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Cómo el trabajo flexible puede ser beneficioso para la salud mental

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La mala salud mental de los trabajadores supone miles de millones de dólares en pérdidas para las empresas, por lo que el trabajo flexible podría ser parte de la solución. Emily Reynolds analiza el panorama actual en el Reino Unido.

 

El problema de las enfermedades mentales en los espacios de trabajo no es un asunto trivial. Según la Fundación para la Salud Mental (MHF)(1), casi uno de cada siete trabajadores tiene historial en este ámbito: el 12,7 % de todos los días de baja en el Reino Unido se pueden atribuir a enfermedades mentales, y se calcula que una mejor asistencia en salud mental podría conllevar un ahorro de 8000 millones de libras esterlinas al año.

Curiosamente, existe un conjunto de pruebas en aumento que indica que el trabajo flexible podría ayudar a paliar este problema. En un estudio llevado a cabo por la Universidad de Durham en 2010(2), se descubrió que los trabajos flexibles que "aumentan el control y fomentan la toma de decisiones de los trabajadores" tuvieron un efecto positivo en multitud de aspectos de la salud (como la calidad del sueño, el cansancio, el estado de alerta, la presión arterial y la salud mental), así como en otros aspectos secundarios (como el espíritu comunitario y el apoyo social en los espacios de trabajo).

Otro estudio realizado por la Universidad de Kingston en nombre del Instituto Colegiado de Personal y Desarrollo (CIPD)(3) descubrió que los trabajadores con contratos flexibles tendían a estar más involucrados a nivel emocional y más satisfechos con su trabajo; además, eran más propensos a hablar de forma positiva sobre su empresa y presentaban una menor tendencia a renunciar a su puesto de trabajo.

Incluso el Gobierno del Reino Unido presentó un informe(4) en el que urgía a los empresarios a ofrecer un trabajo flexible por este preciso motivo. De hecho, el ministro de Sanidad de por aquel entonces lo describió como "fundamental para el bienestar". Teniendo presentes los vínculos entre el trabajo flexible y la salud mental, la pregunta que se hacen muchas empresas británicas es cómo implementar medidas de trabajo flexible en sus organizaciones.

La jornada laboral tradicional se tambalea

El trabajo de oficina solía seguir un horario fijo, normalmente de 9:00 a 17:00 o de 8:00 a 18:00, con posibles variaciones. Sin embargo, ahora muchas empresas permiten que sus empleados trabajen en horarios diferentes, como comprimiendo una semana laboral normal en menos jornadas de mayor duración cada una, o bien empezando o terminando más tarde.

Desde el Reino Unido, la organización benéfica por la salud mental Mind también destaca que los horarios flexibles, los cuales otorgan a los empleados un mayor control sobre sus horarios de trabajo concretos, pueden proporcionar una "mejor conciliación entre la vida laboral y personal, una oportunidad para evitar costes y desplazamientos en masa, además de la posibilidad de asistir a citas médicas", aspectos de gran importancia para aquellos que sufren enfermedades mentales.

El hecho de poder comenzar la jornada laboral más tarde puede ser de gran ayuda para quienes tienen dificultades para levantarse temprano, lo que puede deberse, por ejemplo, a los efectos de la medicación sedante.

En términos generales, los horarios flexibles también pueden "servir de ayuda para que las personas puedan compaginar sus obligaciones laborales con su vida personal de una forma más eficaz", explica el profesor Kinman. Afirma que "existen pruebas que indican que las personas que trabajan de forma flexible disfrutan de un mayor bienestar, además de estar más satisfechas con el trabajo".

Horarios reducidos

La reducción de horario también puede prevenir el agotamiento, algo que, según sugieren algunos estudios(5), podría tener impacto en más de medio millón de personas tan solo en el Reino Unido. En un estudio realizado en 2015(6), se descubrió que los horarios de trabajo reducidos tenían un efecto positivo en el sueño, la memoria, las emociones negativas, la somnolencia, la fatiga y el cansancio. Otro estudio(7) sugirió que los empresarios deberían recortar los horarios laborales de las personas con problemas de salud mental para "reducir el problema de la salud mental en la población activa".

Mujer feliz sobre un fondo amarillo

Se ha demostrado que los planes de trabajo flexible que otorgan más control a los empleados mejoran el bienestar y son beneficiosos para la salud mental

 

Trabajar a distancia

No obstante, la reforma de horarios no es la única manera de mejorar la salud mental en el espacio de trabajo. Un cambio de entorno, como puede ser permitir que los empleados trabajen fuera de la oficina, podría servir de ayuda. Un estudio(8) ha demostrado que trabajar a distancia puede ser beneficioso para la salud mental, lo que supone una mejoría no solo del bienestar, sino de la satisfacción laboral(9). Trabajar desde casa, en oficinas compartidas o en espacios de coworking puede ayudar a reducir el agotamiento, el estrés y la ansiedad, según demuestra un estudio(10).

Gail Kinman, profesor de psicología de la salud ocupacional en la Universidad de Bedfordshire, destaca que el estrés generado en los desplazamientos puede suponer una carga significativa para muchos trabajadores, sobre todo para aquellos que se medican o que hacen malabares para compaginar su vida familiar y laboral.

Una investigación indica que un 33 % de las personas que deben hacer largos desplazamientos (superiores a 60 minutos) tenía más probabilidades de sufrir depresión. A su vez, el 40 % era más propenso a tener preocupaciones económicas, mientras que el 12 % tenía más posibilidades de sufrir estrés relacionado con el trabajo(11).

Mind(12) también destaca que los desplazamientos en masa pueden ser tremendamente estresantes, además de suponer un gasto considerable. La supresión de estas situaciones estresantes podría suponer un alivio necesario para las personas que sufren problemas de salud mental.

Cómo hacer que funcione para todos

Es posible que los jefes necesiten una formación adecuada en lo relativo al trabajo a distancia. "Los directivos no siempre disponen de las capacidades para ofrecer apoyo (al personal)", afirma Almuth McDowall, profesora de Psicología Organizacional en Birkbeck, perteneciente a la Universidad de Londres. La profesora destaca la "cultura de la asistencia presencial", por la que se evalúa el rendimiento por el tiempo que se pasa en la oficina y no por la calidad de los resultados. Sostiene que "es necesario un cambio". "A veces, los avances en bienestar emocional son escasos porque es necesario implementar la flexibilidad adecuadamente".

Kinman está de acuerdo: "Algunos directivos tienen dificultades para gestionar el personal a distancia, con la creencia de que el tiempo ‘cara a cara’ supone tiempo productivo y que los empleados se relajarán demasiado si no se les vigila mientras trabajan. Hace falta más formación para ayudarles a desarrollar esas habilidades".

"Además, es necesario que las intervenciones sean sistémicas, identificando y gestionando de raíz los factores laborales que producen estrés", sostiene Kinman. Kinman sostiene: "Tenemos que disminuir los niveles de exigencia y aumentar el control y el apoyo. En definitiva, es necesario ayudar al personal a desarrollar la resiliencia para que pueda gestionar su carga de trabajo de forma eficaz".

Ofrecer la opción de elegir

Evidentemente, cuando se trata de trabajo flexible (como ocurre con la salud mental), no se puede aplicar el mismo criterio a todas las personas. Para algunos (sobre todo para los que tienen dificultades para crear su propia estructura), el trabajo flexible no es un proyecto atractivo.

"Es vital ofrecer a los empleados la posibilidad de elegir si quieren trabajar de forma flexible o no, con sus propias pautas de trabajo", explica el profesor Kinman. "No todos los empleados quieren trabajar de forma flexible. Algunos prefieren trabajar en las instalaciones de la empresa con horarios de trabajo fijos. El control y la elección de las pautas de trabajo es fundamental para poder beneficiarse de la flexibilidad".

Los estudios respaldan esta idea: parece que la clave para obtener resultados positivos relativos a la salud mental es que los trabajadores puedan tomar sus propias decisiones y no dispongan solo de una opción "flexible".


 

Emily Reynolds es una galardonada periodista independiente, autora del libro A Beginners’ Guide to Losing Your Mind

Fuentes:

(1) https://www.mentalhealth.org.uk/statistics/mental-health-statistics-mental-health-work

(2) http://cochranelibrary-wiley.com/doi/10.1002/14651858.CD008009/full

(3) https://kar.kent.ac.uk/28280/

(4) https://www.gov.uk/government/news/employers-urged-to-offer-flexible-working-to-support-mental-health-needs–2

(5) http://www.hse.gov.uk/statistics/causdis/stress/

(6) http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0020872815580045

(7) http://oem.bmj.com/content/early/2015/06/22/oemed-2014-102791.short

(8) https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/ntwe.12097

(9) http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1039856215608284

(10) http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0003122415622391

(11) https://www.independent.co.uk/news/business/news/long-commutes-work-employee-depression-obesity-productivity-workers-research-travel-a7749206.html

(12) https://www.mind.org.uk/information-support/tips-for-everyday-living/workplace-mental-health/types-of-work/#flexible